Los toldos son la herramienta ideal para protegerte del sol en espacios abiertos, ofreciéndote confort y frescor en todo momento. Sin embargo, si tienes uno deberías realizar un mantenimiento regular para garantizar que dure muchos años. Ahora, si aún no adquieres el que deseas y buscas toldos en Asturias, con “Toldos blanco” podrás encontrar toda la variedad que necesitas.

Es común que durante el invierno cierres tus toldos y los olvides hasta que el verano se hace presente y te recuerda que debes armarlo nuevamente. No obstante, de no hacer mantenimiento recurrente aun cuando no lo usas, puedes encontrarte con sorpresas desagradables al volver a abrirlo.

Aprende a realizar el mantenimiento correcto a tus toldos

Cada una de las partes que conforma el toldo necesita de una limpieza y mantenimiento cada cierto tiempo. A pesar de ser de excelente calidad, el tenerlos demasiado tiempo expuestos al sol o doblados y guardado junto a otras cosas, puede generar rompimientos o desgastes. En este sentido, para evitar que se dañen te recomendamos lo siguiente

Protege correctamente la lona

Generalmente, el tejido de la lona es de alta calidad para poder soportar los rayos del sol y los cambios climáticos que puedan ocurrir.

Algunas de las propiedades de este material es que es totalmente impermeable, tiene buena rigidez, el color se mantiene durante mucho tiempo y repele correctamente la suciedad.

Ahora, para mantener todas las propiedades durante mucho tiempo deberías realizar el proceso de saneamiento de la misma regularmente. Solo necesitarás agua fría y jabón neutro o suave y un cepillo, con calma ve quitando toda la suciedad que puede haber en la lona, después solo ponla a secar.

Debemos señalar que no es recomendable que el cepillo utilizado tenga zonas rasposas o rígidas, debido a que pueden provocar rompimiento o desgaste innecesario.

Evita totalmente la humedad

El enemigo número uno de la lona es la humedad, el agua suele estancarse en algunas zonas del toldo y con el tiempo genera moho en la superficie. Si se ha mojado por la lluvia debes desarmarlo y eliminar toda el agua que haya quedado almacenada, luego limpia bien el toldo con agua y jabón, escurre y déjalo secar.

Nunca guardes el toldo mojado, por lo general eso genera moho y desperfectos en zonas de la lona. Con el tiempo ocasionará que no puedas arreglarlo y necesites comprar un nuevo toldo.

Llama a los instaladores cada cierto tiempo

Cuando instalan los toldos en tu casa seguramente te advierten que debes llamar a los técnicos para mantenimientos preventivos.

Durante los mismos se dedican a eliminar la suciedad, limpiar las partes de metal para evitar el óxido y, en ocasiones, aplican un sellador especial después del lavado para mantener durante más tiempo las propiedades de la lona.

Arregla los imperfectos a tiempo

Por ejemplo, si se ha manchado un lado del toldo no puedes esperar que pasen los días para llevarlo a la tintorería o llamar al personal de mantenimiento.

Lo ideal es que enseguida busquen agua y jabón e intentes eliminar lo mejor posible el problema. De lo contrario, quedará impregnada en la lona, y dependiendo de lo que se derramara puede ocasionar problemas en el futuro.